En el silencioso corazón de tu ser reside un sabio compañero: tu Guía Espiritual. Este protector interno te conduce hacia tu misión. Para despertarse a su sabiduría, practica la concentración. Escúchalo con devoción en las dificultades de tu vida. Su sabiduría te inspira. Observa el ritmo de la vida. Reflexiona con constancia. Confía t